¿Me estoy volviendo loco? ¡Tengo que dejar de pensar en esto! ¿No puedo librarme de estos pensamientos?
Si las frases anteriores te resultan familiares, si experimentas dudas o inquietudes semejantes, probablemente lo estás pasando muy mal. Seguramente sientes que, en algunos momentos, tu mente parece escapar a tu control, inundándote de pensamientos insoportables, que te hacen daño y no te dejan vivir. Estos pensamientos pueden ser de muchos tipos: obscenidades, insultos, dudas sobre ti mismo o sobre tus capacidades, ideas absurdas, temores sobre el futuro, miedo a que suceda algo malo a ti o a tu familia, “malos pensamientos”, recuerdos de algo que ha sucedido, ideas deprimentes… o hasta el pensamiento de que puedes llegar a hacer las cosas más terribles a ti mismo o a otras personas, incluso a seres queridos. Todos estos pensamientos tienen algo en común: son muy perturbadores y resultan incontrolables. Hacen sufrir mucho. Por más que lo intentemos, por mucho que luchemos contra ellos, ahí siguen. Es como estar prisionero o sometido a un asedio. Como movernos en arenas movedizas. Cuanto más peleamos contra ellos, con más fuerza vuelven. Ante esta situación, surge la pregunta inevitable: ¿puede hacerse algo con mi problema?
¡Sí! La respuesta es afirmativa. Sí puede superarse. No te estás volviendo loco. De esta situación, se sale. En la mayoría de las ocasiones, es posible conseguir una gran mejoría en un plazo muy breve de tiempo. Aunque parezca increíble, es posible desbloquear el problema de una forma rápida y eficaz. Puedes estar tranquilo. No eres la única persona que ha pasado por una situación semejante. Cada día, miles de personas en todo el mundo se enfrentan a un problema semejante. Viven un auténtico infierno en su interior, a menudo afrontando el problema en la soledad más absoluta porque sienten vergüenza de contarlo a nadie, ni siquiera a las personas más cercanas: “¿Qué pensarán los demás de mí si averiguan que pienso estas cosas? ¡Creerán que estoy loco!”. Esa misma vergüenza muchas veces les impide acudir a un profesional que podría ayudarles a resolver su problema de forma eficaz con el máximo respeto, confidencialidad y discreción. ¿Eres tú una de estas personas?
Si te sientes identificado con la descripción que he hecho en las líneas anteriores, probablemente estás experimentando un problema que, a lo largo de la historia de la psicología, ha tenido diferentes nombres: obsesiones, pensamientos obsesivos, pensamientos intrusivos, neurosis obsesiva… Últimamente suele incluirse dentro del diagnóstico del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). No obstante, es necesario ser muy cuidadosos. Padecer pensamientos obsesivos no siempre implica llevar a cabo conductas rituales o compulsivas. No siempre debe tratarse como un TOC si buscamos resultados eficaces. Es muy importante que el profesional que nos atienda sea consciente de las peculiaridades de las obsesiones. Y es muy importante también saber que no hay dos casos iguales, cada persona es diferente. Desde mi consulta, pongo a tu disposición mi amplia experiencia en el tema para ofrecerte un acercamiento personalizado a tu problema.
¿Te reconoces en esta situación? ¿Es éste tu caso? Si es así, probablemente seas una persona cuidadosa, amante de mantener el control y planificar, con tendencia a dudar de tus propios recursos, a ponerte en lo peor y a sentirte culpable de cualquier cosa, pero también con fuertes valores y gran tenacidad. Un tipo de personalidad que habitualmente ha sido llamada “personalidad obsesiva”. Es importante distinguir tu forma de ser del problema que te hace sufrir. Todos tenemos nuestra propia personalidad. No hay nada malo en ello. No es ni buena ni mala. Sencillamente, es como somos, algo muy difícil de cambiar. Todo tipo de personalidad tiene sus ventajas y sus inconvenientes, depende de las circunstancias.
Conozco muy bien la situación por la que estás pasando. Soy experto en la materia. He tratado, con muy buenos resultados, a mucha gente que estaba pasando por el mismo infierno que tú y que creía imposible mejorar. Desde mi experiencia en el tema, la propuesta que desde aquí te hago consiste en una psicoterapia breve que, en la mayoría de los casos, consigue resultados eficaces y duraderos en pocas sesiones. No se trata de cambiar tu personalidad ni tu forma de ser. Simplemente, se trata de aliviar uno de los problemas que más sufrimiento provoca en el mundo. Se trata de enfrentarnos eficazmente a ese problema que te está haciendo la vida imposible. Se trata de poder alcanzar un mayor control sobre tu mente y tu vida. Nadie va a intentar cambiarte ni se te pedirá hacer cosas imposibles, difíciles o que vayan en contra de tu voluntad. Tú llevarás la iniciativa durante la terapia. Tú mantendrás el control en todo instante, decidiendo qué temas o problemas se abordarán en cada momento. Todo con el máximo respeto y la máxima confidencialidad. Se trata de sacar todo el partido posible a tu personalidad, conociendo tus posibles debilidades pero también aprovechando al máximo tus capacidades y las ventajas que pueden ofrecerte (que las tienes, ¡y son muchas!). Se trata, en definitiva, de derrotar de una vez a esos pensamientos y recuperar tu vida. Recuperar la tranquilidad puede estar al alcance de tu mano. ¿Estás dispuesto a intentarlo? ¡Te espero para trabajar juntos!