Ansiedad

La ansiedad es una respuesta de nuestro organismo ante situaciones difíciles o peligrosas que se nos presentan en la vida. Un poco de tensión o ansiedad es normal y puede ayudarnos a responder mejor frente a cualquier desafío. Todos hemos sentido algo de ansiedad de vez en cuando.

Sin embargo, muchas veces el nivel de ansiedad aumenta hasta tal punto que nos resulta inmanejable y se convierte en un auténtico problema. La ansiedad deja de ser ese pequeño nerviosismo que nos activa y nos obliga a estar más atentos y se convierte en nuestro más peligroso enemigo. La ansiedad parece controlarnos, dominándonos hasta el punto de que a veces la tarea más sencilla se convierte en algo extremadamente difícil.

Surgen entonces los síntomas ansiosos. Algunos son puramente mentales (inquietud, preocupaciones, rumiaciones, dificultades de atención, inseguridad, temor, incertidumbre, incapacidad de pensar con claridad, obsesiones, miedo al futuro, sensación de que no vamos a ser capaces de hacer frente a aquello que nos amenaza, etc.) y síntomas físicos (nerviosismo, tensión, dolores y molestias, vómitos, taquicardias, palpitaciones, mareos, vómitos, sensación de opresión en el pecho, falta de aire, sudor, temblores, sensación de nudo en el estómago, dificultades de sueño…).

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