¿Me estoy volviendo loco? ¿Qué le pasa a mi cuerpo? El corazón se me acelera, me entran sudores, me mareo, me falta el aire, creo morirme… Siento palpitaciones, ahogo, náuseas, opresión en el pecho… O quizá pierdo el equilibrio, siento escalofríos o calambres y noto un miedo repentino que me domina, sin causa aparente que lo justifique…

¿Has tenido esta sensación en alguna ocasión? ¿Se ha repetido de forma frecuente en los últimos tiempos? Muy probablemente estés experimentando ataques de pánico, habitualmente conocidos como crisis o ataques de ansiedad. Como su propio nombre indica, el origen de este problema se encuentra en la ansiedad que sufrimos en algún momento de nuestra vida por las circunstancias que sean. Sin embargo, los síntomas que experimenta la persona que padece el ataque van más allá del mero nerviosismo, de modo que a menudo cree estar sufriendo alguna complicación muchísimo más grave, como un infarto o un ictus. Es frecuente que durante la crisis el malestar sea tal que lleguemos a sentir miedo a morir, a volvernos locos. Se trata de una experiencia que se vive con mucha angustia, porque notamos que perdemos el control de nuestro propio cuerpo y de nuestra mente. A menudo sucede que cuanto más intentamos controlar la sensación de pánico, más fuertes y angustiosos se vuelven los síntomas. Todo el episodio suele durar sólo unos minutos, incluso a veces únicamente segundos, pero provoca tal sensación de malestar que quien lo padece con frecuencia desarrolla un intenso miedo a sufrirlo de nuevo. Desgraciadamente, estos episodios suelen repetirse en el tiempo, a menudo en momentos y situaciones imprevisibles, imposibles de anticipar. Como resultado, muchas personas que experimentan ataques de pánico ven cómo poco a poco su vida acaba dominada por el miedo. En cualquier lugar, en cualquier momento, en cualquier actividad se puede presentar un nuevo ataque y nada de lo que hagan parece garantizar que puedan evitar que se produzca.

¿Eres tú una de estas personas? ¿Te preguntas si hay una solución a tu problema? Afortunadamente, existen protocolos de intervención psicológica de eficacia probada que, en una amplia mayoría de casos, pueden disminuir la frecuencia e intensidad de estas crisis en un número reducido de sesiones. Es posible retomar tu vida, hacer cualquier actividad sin el miedo permanente a lo que pueda ocurrir. Es posible vivir perdiendo el miedo a la ansiedad. Se trata de una terapia sencilla, breve y eficaz. Avanzaremos paso a paso y en ningún momento se te pedirá nada que no puedas llevar a cabo. ¿Estás dispuesto a dar el primer paso? ¡Merece la pena recuperar la serenidad en tu vida! ¡Te espero para trabajar juntos!