Trauma (estrés postraumático)
¿Has sufrido alguna experiencia realmente dura en tu vida? Sientes que te ha pasado algo que te ha marcado para siempre. Quizá resulte difícil ponerlo en palabras para describirlo. Quizá es algo que hayas contado a pocas personas. Incluso, tal vez, se trata de algo que jamás has contado a nadie, por la vergüenza o el malestar que te produce. En estas circunstancias, el pasado parece seguir vivo en nuestro interior, como si no hubiera forma de librarnos de él.
Desgraciadamente, lo que sucede en nuestras vidas no siempre es feliz. A veces ocurren situaciones como las que describíamos. Tal vez se trate de una experiencia en la que tu vida haya corrido serio peligro. Quizá una agresión. Quizá una situación de abuso. O algo que le haya sucedido a un ser querido cercano y que tu hayas presenciado. Es algo que no te puedes quitar de la cabeza. Algo que ha hecho que no seas el mismo de siempre.
Es normal que, tras haber vivido alguna de estas situaciones tan extremas y traumáticas, aparezcan algún tipo de secuelas psicológicas. Por ejemplo, la sensación de irrealidad, de vivir como en un sueño o en una película. O la presencia de pesadillas. O puede que nos sintamos muy nerviosos, con mucha activación, con taquicardias, con falta de aire… en los momentos más insospechados.
No te estás volviendo loco. Lo que te sucede es normal si has vivido una experiencia desagradable fuera de lo común. La mente necesita tomarse su tiempo para procesar adecuadamente lo sucedido. Todos los síntomas anteriores son fenómenos normales en estas situaciones.
Desde aquí puedo ayudarte a que, por ti mismo y a tu ritmo, puedas ir reprocesando esos recuerdos traumáticos, integrándolos en tu vida de forma adecuada para que dejen de impedirte ser tú mismo. Es posible recuperar el control de tu propia vida. Para ello, te propongo aplicar una de las técnicas más novedosas y conocidas de la psicología, el EMDR.
Desde aquí podemos ayudarte. No lo dudes y pide una primera cita.